Una caixeta que batega es una propuesta escénica pensada para niños, niñas y familias, que invita a hacer una pausa, respirar y mirar hacia dentro. En un mundo acelerado y lleno de exigencias, este espectáculo nos ofrece un espacio para reflexionar sobre el ritmo de vida que llevamos, las expectativas que nos rodean y la importancia de conectar con quienes somos de verdad.
Con una puesta en escena sencilla pero visualmente cautivadora, esta obra nos transporta a un universo lleno de sensibilidad, emoción y mensajes profundos, explicados con un lenguaje adaptado al público infantil y con el objetivo de llegar a toda la familia.
Lena es una niña de 12 años que vive atrapada en una rueda de prisas y exigencias. Quiere hacerlo todo y hacerlo bien, convencida de que solo así será querida y valorada. Su madre, sin darse cuenta, proyecta en ella sus propios sueños y anhelos. Pero un día, Lena sufre una crisis de estrés que nadie entiende. Decide huir, y en ese momento aparece su Guardiana, una figura misteriosa y cálida que le ofrece una cajita muy especial. Dentro, Lena deberá guardar aquello que es esencial para descubrir quién es realmente y qué necesita para sentirse bien.
Este espectáculo aborda de forma cercana y poética diversas cuestiones que afectan a niños, niñas y jóvenes en la actualidad:
La presión social y las expectativas: cómo las exigencias familiares y sociales influyen en el bienestar emocional.
La gestión emocional: reconocer, entender y expresar el estrés, el miedo y la ansiedad.
El autoconocimiento: descubrir quién queremos ser y qué nos hace sentir bien.
La comunicación familiar: fomentar la expresión abierta de sentimientos y necesidades.
Lo esencial vs. lo superfluo: aprender a valorar lo que realmente importa en la vida.
Todos estos temas se abordan desde una mirada empática y accesible, utilizando recursos teatrales, visuales y musicales para facilitar la comprensión y generar impacto emocional.
Reflexionar sobre el ritmo de vida actual y cómo puede afectar al bienestar de la infancia.
Potenciar el autoconocimiento y la escucha interna.
Fomentar el diálogo sobre las emociones y su expresión de manera saludable.
Reforzar valores como la calma, la autoestima y la comunicación asertiva.
Estimular la imaginación y el pensamiento simbólico a través de la metáfora de la cajita.
Para preparar al alumnado para la experiencia teatral y aprovechar al máximo su potencial educativo, se pueden llevar a cabo actividades como:
Conversación guiada: hablar sobre las prisas, las emociones, las expectativas y qué significa ser uno mismo.
Actividad creativa: crear su propia "cajita esencial", dibujando o escribiendo qué pondrían dentro.
Pequeños ejercicios de calma: introducción a técnicas de respiración y relajación para reconocer y gestionar las emociones.
Una caixa que batega no es solo una obra para ver, sino una experiencia para sentir, pensar y compartir. Un espectáculo que late dentro de nosotros y nos recuerda, a grandes y pequeños, que lo más importante muchas veces no se ve, pero se lleva muy dentro.
Disponemos de dossier pedagógico.