La ardilla roja estaba triste, sentía una pena muy honda porque su madre había muerto, y pensaba que nunca más volvería a ser feliz. Su padre le enjuagaba las lágrimas con ternura para consolarlo.
Esta es una propuesta literaria y artística, que a primera vista podría parecer demasiado triste y pesimista para los lectores infantiles; pero del mismo modo que le sucede a la ardilla, los niños perciben con naturalidad la experiencia de la muerte y buscan respuestas. La distancia que les aporta la fantasía es básica para ayudarlos a entender la pérdida de un ser querido.
Objetivo:
La muerte de un ser querido es muy difícil de entender y encarar. Los sentimientos que vivimos son muy fuertes y se expresan de diferentes maneras. Los niños tienen la capacidad de vivir el momento y adaptarse a las circunstancias, pero si los acompañamos en este proceso, será mejor.
El cuento no solo habla de la muerte de un ser querido, habla también de la rabia, del sentimiento de incomprensión e injusticia, del luto, de la aceptación, y de la continuidad de la vida.
El cuento está teatralizado de manera delicada, poética y de belleza natural, como la vida y la muerte.
Una buena herramienta para encarar situaciones de pérdida.
El cuento visualmente transmite calma y belleza. Diferentes elementos poéticos como la escenografía, las luces, la música, los colores y las marionetas, hacen de la historia un viaje bonito y agradable. Un espacio para conectar con este tema que nos da tanto respeto.
Taller:
Taller para conectar con el sentimiento de luto y pérdida, de muerte y vida. Hablaremos del contenido del cuento, utilizaremos técnicas de arte y dibujo, la conversación y la metáfora del ritmo de la naturaleza para entender la muerte y la continuidad de la vida.