El pueblo de Montblanc vive sometido a la glotonería de un dragón que ha devorado en poco los animales. Temiendo que, a partir de ahora, el monstruo persiga las personas, los campesinos visitan el Rey Jaume para que encuentre la solución y que ponga fin en la terrible amenaza. El Rey envía mensajeros en busca de ayuda y ordena que nadie salga en las afueras de las murallas. Su hija la princesa, pero, ha marchado de excursión... el dragón corre por los alrededores... La intervención del caballero Sant Jordi creará la leyenda.